En su versión más sencilla puede ser que un trozo de tela, se enrolle hasta la cintura. (pareo, sarong), aunque la mayoría de las faldas son ajustadas en la cintura y más amplias según se desciende. Dependiendo de las épocas, las modas y el exhibicionismo de quien la lleve, la longitud de la falda puede ir de poco más que un cinturón, llegar hasta el suelo, y cualquier otra medida intermedia.
Algunas faldas medievales llegaron a tener más de tres metros de diámetro en la base. En el extremo contrario las minifaldas de los años 60 (y siguientes) son prendas mínimas que pueden llegar a no cubrir la ropa interior estando sentado, y en casos extremos ni estando de pie, para estos últimos se emplea el término de falda-cinturón o microfalda.
Existe también un tipo de faldas montadas en un cuerpo que forman una sola pieza, que se le da el nombre simplemente de vestido. Suele utilizarse en reuniones sociales de gran formalidad (bodas, bautizos, cumpleaños, etc.)