jueves, 21 de noviembre de 2013

CRÓNICA DE UNA FAN EN CAMINO A SER DECEPCIONADA

Al momento de escribir esta nota han pasado 10 largos (bueno no tanto) y traumantes episodios desde el estreno de Saint Seiya Omega, recuerdo que después de ver el episodio 1 escribí sus pros y contras, dándole el beneficio de la duda, pero hasta hoy y después de haberme chutado otros 9 puedo decir que la balanza de mi opinión se está inclinando peligrosamente a un NO me gusta rotundo.

Precisamente el fin de semana pasado estuve intercambiando opiniones con amigos que somos fans de la serie clásica. Nosotros fuimos de esa generación que vimos por primera vez a los chicos de bronce partirse su mandarina por Atena cuando teníamos entre 8 y 10 años de edad, y que apesar de ser adultos responsables (ejem.. ejem) seguimos recordando con emoción esos momentos y nos sentimos sumamente decepcionados y frustrados cuando vemos esta “continuación oficial”. El mismo Kurumada la ha llamado así.

Se que así como nosotros, también hay personas que la defienden, pero vamos a ser objetivos, hay mejores series. Muchos de los argumentos en su defensa se basan en que está planeada para un público infantil y con ello atraer a las nuevas generaciones. Si eso es lo que le gusta a esas nuevas generaciones, creo que deben ser un poquito más exigentes.

Aquí mi humilde opinión, su primer error, ¿porqué si quieres llegar a los chavitos no haces una serie totalmente nueva sin meterte con la ya de por si caótica línea argumental? Como spin off no me causaría tanto conflicto y es aquí donde recuerdo cómo se rasgaron las vestiduras por la salida de Lost Canvas, serie que tiene demasiados detractores y por su falta de público, la temporada 3 ha sido cancelada.

Segundo error, ¿porqué cambiar una fórmula definida y funcional, que ha vendido durante los últimos 20 años? Estoy de acuerdo que las historias para mantenerse vigentes necesitan adaptarse a los nuevos tiempos, pero en el caso de Saint Seiya Omega esos cambios parecen estar hechos con las patas. Mezclan demasiadas ideas, tratando de recordar la vieja guardia, pero que al mismo tiempo contradicen el canon (que muchas veces se ha contradecido, pero esta vez ya se pasaron)

Tercer y más grave error, llamarla continuación oficial. Y es en este punto donde los fans de la vieja escuela gritamos horrorizados, insisto el mismo Kurumada dijo que de alguna manera se vincularía con Next Dimension (Houston, lo perdimos).

A veces es mejor dejar las cosas como están, que sobreexplotarlas. Al terminar la saga de Hades todo hubiera estado bien, aun cuando Seiya estuviera en estado comatoso y bajo el cuidado de Saori (yo que él no me quejaba) además después de tanta madrina alguna secuela debía quedar. Sinceramente a mi me dejaron satisfecha aunque con ganas de ver una Saga de Zeus, que hasta el momento sólo es un rumor y al parecer en eso se quedará (estoy escuchando muchos teclados creando fanfics alrededor de esta idea).

Yo pensaba que era lógico que los nuevos caballeros dorados fueran los chicos de bronce, una buena recompensa sería elevarlos a rango dorado, pues en poder quedó más que comprobada su superioridad desde la Saga de las 12 Casas (o Batalla del Santuario, como gusten llamarla). Pero, ¡oh, sorpresa! El único caballero dorado que viste la legendaria armadura de Sagitario es Seiya, a quien habíamos dejado en calidad de cadáver al final del manga. De Shiryu (mi adorado Shiryu) sabemos por boca de su retoño que no sólo ha perdido la vista, sino los otros cuatro sentidos y ahora el cadáver viviente es mi pobre dragón. Ni mencionemos a los demás, que ni siquiera han figurado, le han dado más protagonismo a Geki (el antiguo caballero de Oso) como maestro en la escuelita de Atena.



>.< mis ojos!!!!!

Siguiendo con los dorados, las teorías de fanáticos apuntaban a que la armadura de Leo sería para Ikki. Sagitario, Libra y Acuario ya tenían dueños (supuestamente) y gran chasco me llevé al ver este capítulo 10. Ya había hecho berrinche con el nuevo diseño de la armadura de Sagitario (adivinen cuál es mi signo), esas horrorosas alas que más parecen telpalcates de piñata en pleno diciembre, que las majestuosas alas que le vimos a Aioros, aún al mismo Sysiphus (ciertamente cada que aparece esta aberración, ambos se revuelcan en su tumba). Quedé anonadada al ver al nuevo caballero de Capricornio y su letal técnica del librito, pero ahora me salen con un tal Mycenas como nuevo caballero dorado de Leo… WTF!

                         

Nuestra teoría fanática quedó en solo eso, una teoría más…

De verdad no quiero ni pensar que pasará con los demás, ambos personajes salieron de no se donde… a ver que explicación dan.No estoy en contra de que sean traidores a la causa, eso le pone sabor al asunto, pero sigo preguntándome de donde salieron. De hecho hay rumores confirmados que vermos a Shun en el episodio 14 y me da terror de que nuevamente mancillen mis recuerdos infantiles.

En capítulos pasados, cuando Mars destruye el Santuario de un sólo golpe de poder me dije “¡Qué villano tan poderoso! Logró aquello que ni Poseidón ni Hades pudieron, siendo ellos omnipotentes dioses del Olimpo”, además fue extremadamente raro que nadie saliera a darle batalla. Pareciera que el Santuario era un pueblo fantasma, perdiendo su majestuosidad. Ahora entiendo porque nadie ha notado la ausencia de Saori ni le preocupaba el paradero de Seiya, todos huyeron o fueron raptados por aliens. Bueno, por ahí anda rondando una imagen de Kiki de Aries, pero ya ni me quiero hacer ilusiones.



Viene el problema escabrozo, la nueva teoría del cosmo elemental y no dejo de pensar en series maho shojo o en el peor de los casos me remiten a Capitán Planeta (aquellos que son de mi rodada sabrán de que hablo). Los nuevos poderes están basados en siete elementos fundamentales, que de alguna manera suena lógico si analizamos las técnicas de Hyoga o Shiryu, por ejemplo, el “Polvo de Diamante” es agua congelada y el “Dragón Ascendente” tiene el poder del agua, pero no dejo de preguntarme como encajan técnicas como las rosas de Afrodita o Excalibur o Crystal Wall o la Explosión de Galaxias o la Aguja Escarlata o el Tesoro del Cielo o la Otra Dimensión (para este punto ya deben adivinar cuáles son mis santos favoritos y porque de mi molestia )

Eso de los nuevos poderes lo puedo tolerar, pero que hayan reducido la mítica “Pandora Box” a una joya (¡alerta maho shojo! ¡alerta maho shojo!), que los nuevos caballeros sean educados en la escuelita (¡alerta highschool musical! ¡alerta highschool musical!) si estar sometidos a duros entrenamientos era para forjar su carácter, Saori con su afán proteccionista los está volviendo nenas. Ya no hay sangrientas batallas… (ejem, star ¿olvidas que es una serie infantil?). Nah, recuerdo bien que uno de los grandes mitos animescos era la cantidad de sangre que un Caballero de Atena poseía porque con cada golpe se desangraba cual grifo abierto, no me vengan con censura cuando yo vi la serie clásica a mis tiernos 9 añitos de edad (era tan inocente) y había sangre por doquier.



Mis comentarios pueden ser considerados radicales e intolerantes por los defensores de Omega, por aquellos que nos han llamado hardcore fans, pero de verdad habemos muchos quienes extrañamos la vieja esencia de Saint Seiya, quienes añorábamos ver a los bronceados investidos de oro y peleando contra algún otro olímpico, pero ahora sólo recibimos una mínima cantidad de ellos y hasta un marciano tenemos por villano. Admito que me emocioné cuando Seiya reaparece en el ya mencionado episodio 10, emoción que se acabó cuando esa abominación de armadura con alas de cono salió a cuadro.

Si he decidido continuar viéndola es porque una vez llegado el final pueda emitir un mejor veredicto y con conocimiento de causa decir, definitivamente esta vez Saint Seiya me ha decepcionado, aunque tengo una leve esperanza de que eso no sea así.