jueves, 26 de septiembre de 2013

Cuerpo ARDIENTE













La piromanía (del griego πυρός pyrós, "fuego") es un trastorno o enfermedad psicológica de trastorno del control de los impulsos, que produce un gran interés por el fuego, cómo producirlo y observarlo. La persona que padece piromanía recibe el nombre de pirómano.

La sintomatología esencial es producir incendios de forma deliberada y consciente en más de una ocasión conllevando una importante tensión y activación afectivas antes del incendio con una gran liberación e intenso placer o alivio al encender el fuego, presenciarlo o al participar en sus consecuencias.

Además el sujeto, denominado comúnmente piromaníaco o pirómano, suele sentir relajación, placer, interés, curiosidad y atracción por todo lo relacionado como pueden ser las estaciones de bombero.

El pirómano no debe ser confundido con el incendiario que es aquella persona que intencionadamente decide quemar una parcela de terreno u objetos (específicos o no) con ánimo de lucro o simplemente por hacer daño.

Empezando en 1850, ha habido variados argumentos para la causa de la piromanía. Ya sea en cuanto a si la condición surge de una enfermedad mental o de una deficiencia moral ha cambiado dependiendo en el desarrollo de la psiquiatría y el cuidado de la salud mental en general.1

Los pirómanos son conocidos por tener sentimientos de tristeza y soledad, seguidos por ira, los cuales llevan a iniciar incendios como una salida.2 Para un diagnostico positivo, debe haber provocado un incendio de forma consciente en al menos dos ocasiones. Esto es por el solo hecho de hacerlo, y no por alguna otra motivación.3

La piromanía es un desorden mental muy raro, y los pirómanos representan una muy pequeña proporción de las admisiones a hospitales psiquiatricos.4